Eva Scott: Una historia de determinación y pasión en el arte de la belleza.
Desde Guatemala hasta los Estados Unidos, Eva Scott ha recorrido un camino de desafíos y triunfos, llevando consigo una determinación implacable y un amor profundo por la belleza y la estética. A sus 36 años, Eva llegó a este país con la meta de construir una vida mejor para ella y sus tres hijos. Sin embargo, la travesía no fue fácil: comenzó trabajando los siete días de la semana, equilibrando dos empleos para reunirse con sus hijos en su primer año y asegurarles un hogar estable.
Formada como contadora pública, la pasión de Eva por el mundo de la estética nació en ella mucho antes, a sus 12 años, cuando empezó a experimentar, de forma empírica, el arte del embellecimiento. Con entusiasmo y creatividad, fue perfeccionando sus habilidades hasta que, años más tarde, obtuvo su segundo título profesional en cosmética. Para seguir el llamado de su corazón.
“Mi padre no creía que un oficio fuera una opción de estudio para mí, así que estudié primero una carrera profesional, pero el oficio fue lo que se convirtió en mi pasión, y el que me daría la oportunidad de crecer en este país cuando me tocó emigrar”, comparte Eva.
Al llegar a Estados Unidos, Eva tenía claro su objetivo: homologar sus estudios en belleza y cosmética para poder certificarse y ejercer en su nueva tierra. A pesar de lo arduo de este proceso, Eva logró licenciarse, un logro que atribuye a su fe y a un "milagro de Dios".
Gracias a esta meta cumplida, Eva comenzó -a los tres años de haber llegado- lo que sería un camino para tener su propio negocio, una historia llena de dificultades, deslealtades, tropiezos, decepciones y nuevos comienzos, pero que ninguno de ellos le robo los deseos de superación y sobre todo la fe en las personas y en el Dios al que ella le creía.
Entre los obstáculos y las lecciones que encontró en el camino, Eva fue descubriendo nuevas oportunidades y alianzas. Eventualmente, encontró el lugar ideal para su salón, y cuando leyó el nombre "Oasis" en el rótulo del local, supo que estaba frente al lugar donde vería materializado su sueño. Ese salón, fue el espacio donde Eva no solo cumplió su anhelo, sino que brindó oportunidades a otros profesionales para que también crecieran.
Hoy, con más de 40 años de experiencia en el arte de la belleza, Eva continúa liderando el Oasis Salón, un espacio que destaca por su ambiente acogedor y el talento de su equipo de profesionales.
La historia de Eva Scott es un recordatorio poderoso de cómo la pasión y la perseverancia pueden transformar nuestras vidas y las de quienes nos rodean.